Palmeras artesanas de hojaldre con sabores únicos

El Legado de un Sabor Único

Nuestra historia comienza en 1978, con el aroma a pan recién hecho y el amor por los dulces caseros. En un pequeño obrador de Torremejía, nuestra madre, Trini Cano, hija de panadero y de una madre dulcera excepcional, convirtió su pasión en el motor que sacó adelante a sus siete hijos.
Crecimos entre harinas, azúcar y recetas que pasaban de generación en generación. Aquel obrador no era solo un negocio, era el corazón de nuestro hogar. Por eso, cuando nuestra madre se jubiló en 2010, sentimos que una parte de nosotros se apagaba con él.
Pero la verdadera pasión nunca desaparece. En 2014, tres de sus hijos decidimos que esa llama no podía extinguirse. Con nuevas fuerzas, reabrimos el obrador, honrando el legado de nuestra familia mientras explorábamos nuevos caminos. Tras años perfeccionando los dulces de nuestra tierra, descubrimos nuestra verdadera vocación: la palmera artesana rellena.
El éxito fue tan abrumador y el cariño recibido desde toda España tan grande, que en 2025 tomamos una decisión valiente: dedicarnos en cuerpo y alma a nuestra creación estrella. Hoy, cada palmera que sale de nuestro obrador no solo lleva los mejores ingredientes, sino también un pedazo de nuestra historia.